RIVIFICAZIONE

ESTATE 2006

"LLAMO A LOS QUE EL QUISO…
PARA QUE ESTUVIERAN CON EL"


italiano


spagnolo


En este año de “revivifica”, nos reunimos en casa madre, Sr. Cristina Lombardi, Sr. Beatriz Lozano, Sor Carolina Villegas, Sr. Mary Carmen Alvarez, Sr. Martine Dalpè, Sr. Irma Landa, Sr. Alicia Durán, Sr. Mari Cruz Hernández y Sr. Verónica Calvo, ( 10, 9 y 8 años de votos perpetuos)

 

 

Estábamos muy emocionadas con la esperanza de ir a “Tierra Santa”, pero con los acontecimientos de la guerra en medio Oriente, tuvimos que reconocer que “Los pensamientos de Dios no son los nuestros”, y se tuvo que cambiar el itinerario.


Comenzamos nuestra “revivi” con la bendición de Dios el 17 de julio, día de santa Marcelina, en la basílica de San Ambrosio; ese mismo día nos reunimos con nuestra Madre General Maria Angela Agostoni, la cual nos invitó a hacer una peregrinación en los lugares milaneses gratos a la congregación; nos invitó a descubrir esta “tierra santa“, es decir todos los lugares de nuestros beatos Luigi Biraghi, Sor Maria Anna Sala.

 

Sin tardar más tiempo, el 17 y 18 por la tarde visitamos lugares que nuestro Fundador frecuentaba, como la Biblioteca Ambrosiana. En este recorrido nos guió muy gentilmente Sor Miranda, pues aunque curiosamente la mayoría de nosotras, aunque vivimos al menos dos años en Milán, no los habíamos apreciado ni disfrutado, y todo eso, gracias a las excelentes explicaciones de Sor Miranda.

Al mismo tiempo Sr. Elsa se encargaba de buscar una alternativa para que tuviéramos un tiempo fuerte de peregrinación y de “revivi”. Nuestro itinerario fue: Loreto, Asís (tierra de grandes Santos) y La Verna.

 


Estos lugares son muy hermosos, sobretodo porque se respira un silencio y una gran fe de parte de las personas que los visitan. Esta fe que nos ha dejado Jesús por su infinito amor y esos santos (Francisco y Clara) han sabido valorarla a cada momento dado su vida por amor a Cristo y transmitiendo ese amor con hechos.

También el tiempo que pasamos en Valpiana fue de recogimiento, fraternidad y convivencia. Tuvimos algunos encuentros con Sr. Elsa, además de mucho tiempo libre que nos permitió entrar en una atmósfera de silencio, de reflexión, de oración y de alegría. Compartimos momentos muy interesantes de diálogo y nos dimos cuenta de la realidad de cada comunidad y nación. Esos momentos fueron muy bonitos, pues cada una en su diferente misión demostró que quería seguir a Cristo amándolo en nuestro carisma marcelino.

 

Este “reencuentro” no hubiera sido posible si nuestras comunidades, superioras y la Madre general no hubieran dado su autorización y su apoyo. Por eso les agradecemos de corazón todo lo que nos brindaron y nos brindan día cada día en este espíritu de familia.

Que Dios las colme de sus bendiciones.

Hasta pronto. Sr. Carolina y Sr. Maricarmen.